El marketing está cambiando. Pero este cambio viene impulsado, como no podría ser de otro modo, por el cambio de los propios consumidores. Los consumidores de hoy quieren crear conexiones valiosas, auténticas y con significado social. Se sienten atraídos por las marcas que muestran sus valores éticos, su responsabilidad y sostenibilidad. Es decir, son mucho más selectivos a la hora de elegir una marca.
Pero, ¿qué quiere decir esto? Pues nada más y nada menos que conocer las necesidades de los nuevos consumidores, conectados y empoderados. El enfoque tradicional es demasiado transaccional, demasiado enfocado a las ventas.
Pero también hay que tener en cuenta la tecnología y el liderazgo de compañías como Uber o Tinder, que utilizan enormes cantidades de datos para personalizar sus ofertas. Un esfuerzo que no es suficiente para conseguir la lealtad del consumidor.
Este nuevo enfoque significa construir relaciones, servir a los consumidores y ser distintivos, no replicables mediante tecnología. Las experiencias customizadas pueden generar un engagement producido con este nuevo tipo de consumidor, que quiere pasar más tiempo interactuando con una marca y pagando por ella siempre y cuando le ofrezca experiencias relevantes que añadan valor a sus vidas.
Ser una compañía enfocada en la experiencia de marca significa utilizar tanto la marca como la tecnología para forzar conexiones más profundas, a través de experiencias significativas. De hecho, las compañías más exitosas diseñarán experiencias que ayuden a los consumidores a crear sus propias experiencias. Es la única forma de crear experiencias personalizadas realmente escalables.
La personalización es ya tan solo una expectativa. El híper personalización aúna la tecnología predictiva con los datos para proveer un conocimiento más profundo de la audiencia. El resultado final es una experiencia sin fricciones.
Fuente: MarketingDirecto
Compartir