Antes de seguir vociferando que nuestro producto tiene algo que ningún otro producto tiene, es mejor que primero nos aseguremos de estar en lo correcto. La innovación no sólo es una característica, ahora forma parte de cada estrategia de marketing, innovar es crear valor para nuestros clientes, por lo tanto es necesario conocerlos y entenderlos antes dar cualquier paso, de otra forma no podremos descubrir cuáles son sus necesidades y deseos más profundos, hay que dar en el clavo y asegurarnos de que lo que estemos ofreciendo tenga un impacto real en sus vidas.
Debemos incluirlos en el proceso de innovación, ¿Y por qué no? considero que no hay nadie mejor que ellos para darnos la retroalimentación que necesitamos para mejorar las características de nuestro producto o servicio. Evitemos acudir a las preguntas engorrosas, tratemos de interactuar de manera inteligente al punto de entender sus hábitos y comportamientos.
Ojo, muchas veces creemos que con cambiar una presentación, un empaque o un color ya estamos innovando, una cosa es ser diferente y otra muy distinta es ser innovador; la idea es aportar una mejora significativa, y normalmente esas mejoras se logran con conocimiento, tecnología, mejoras en materiales, en componentes etc… Ahora bien, si también queremos hablar de innovación en Marketing, tenemos que comercializar con métodos nuevos, y esto va desde cambios significativos en diseño, envasado, posicionamiento, promoción hasta precio, siempre con el objetivo de incrementar la ventas.
Por otro lado, no hay que olvidar que nuestro producto jamás estará terminado, siempre hay oportunidad de mejorarlo y si nosotros no lo hacemos, la competencia lo hará por nosotros. En fin, debemos creer en nuestras ideas, rodearnos de un buen equipo de trabajo, ser persistentes y aprender de cada error, haciendo todo esto lo que nos queda es esperar para comprobar si pudimos realmente crear valor cuando veamos los resultados que queremos; el éxito en el mercado.
Fuente: Roast Brief
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