La adicción a la tecnología es una realidad en nuestro país. La dependencia del smartphone y con un tiempo diario invertido que supera las 2 horas.
Además, según un estudio de Deloitte, la mitad de los usuarios consulta el móvil hasta 50 veces al día y la primera consulta pocos minutos después de despertarse, mientras un informe de Havas Worldwide asegura que 6 de cada 10 personas cree que sus vidas serían mejor si fuesen más productivos y la mitad de ellos reconoce perder mucho tiempo con el móvil.
Pero no solo las cifras reflejan esta situación pues la necesidad de los usuarios de estar permanentemente conectados ha hecho saltar las alarmas.
Y es que el abuso de la tecnología conlleva trastornos psicológicos y sociales que serían fácilmente evitables aplicando sentido común y un poco de voluntad.
Si usted es uno de los que lo ha intentado todo sin éxito, no se preocupe, Larry Rosen, profesor de psicología de la California State University, nos ofrece 5 trucos para desconectar del mundo virtual y reconectar con el real:
- Donde caben dos no caben tres
Seguro que buena parte de su día se basa en responder larguísimas cadenas de emails en las que están involucradas decenas de personas para tratar una cuestión que, en realidad, se podría solucionar con 4 o 5 de ellas.
Y si de algo pecamos los españoles es de tener opinión sobre cualquier asunto. Optar por la opción “responder a todos” no le llevará a más que a desencadenar una oleada de emails de los que, en su mayoría, no se extrae ninguna conclusión clara.
Aprenda a calibrar la necesidad de incluir a un gran número de gente y apueste por hacer partícipe de la conversación solo a aquellas realmente relevantes.
- El horario laboral está para cumplirlo
A pesar de que todo empleado cuando entra a trabajar en una empresa firma un contrato en el que se establece un horario laboral concreto, lo cierto es que pocas veces se cumple.
Rosen aconseja establecer la norma “7am – 7pm”, es decir, no responder llamadas, mensajes o emails ni antes de las 7 de la mañana, ni después de las 7 de la tarde.
- Tómese un respiro, su cerebro (y su productividad) se lo agradecerá
Trabajar en exceso y de manera continuada, a diferencia de lo que se pueda pensar, es absolutamente improductivo. El cerebro necesita descansos para poder funcionar a pleno rendimiento.
De hecho, según un estudio de The Energy Project, realizado a 12.000 profesionales, aquellas personas que trabajan en periodos de 90 minutos muestran un 30% más de concentración, un 50% más de capacidad creativa y gozan de mejor salud en un 46%.
No obstante, Rosen señala que la desconexión debe ser completa haciendo cosas como mantener una conversación, hacer ejercicio o dar un paseo al aire libre.
- Invierta tiempo de calidad en lo que realmente importa
La tecnología no solo ha invadido el ámbito profesional de nuestras vidas, sino también el personal.
Quedar con amigos o ver a la familia sin tener un móvil sobre la mesa es una misión casi imposible hoy en día.
Sin embargo, dejar a un lado los aparatos y mirarse a la cara en vez de hacerlo detrás de una pantalla hará que el tiempo que pase con sus allegados sea de calidad.
Valorar la presencia de los seres queridos es algo que normalmente subestimamos y alejarse del mundo virtual para disfrutar de lo real no solo le beneficiará mentalmente, sino también emocionalmente.
- La tecnología, mejor fuera de la habitación
A medida que pasa el día, el cerebro poco a poco va apagándose y generando melatonina que ayuda al descanso.
Sin embargo, la luz que desprenden los dispositivos ya sean ordenadores, tabletas o móviles, ralentiza ese proceso desencadenando problemas de insomnio debido al aumento del cortisol.
Asegúrese de dejar las pantallas a un lado cuando se meta en la cama y céntrese en tener un sueño reparador y desconectado para afrontar la rutina inevitablemente conectada.
Fuente: Marketing Directo
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